Quizás a veces sea necesario sustituir la dieta alimentaria del perro o del gato; sea porque crece y las necesidades fisiológicas varían, o porque padece algún problema de salud o una alergia y es necesario darle un pienso específico, por una variación de gusto, etc.

En estos casos se recomienda hacer un cambio progresivo durante una semana, introduciendo el pienso nuevo en el día a día de la mascota. Los dos primeros días se mezclan ¾ del antiguo pienso con ¼ del nuevo, los dos siguientes mezclaremos mitad y mitad, y los dos últimos ¾ del nuevo y ¼ del antiguo hasta eliminar completamente el anterior pienso. Durante esta semana es clave observar los cambios en nuestra mascota, por ejemplo: la piel, el pelo y la consistencia de las heces.

Si es un pienso de prescripción veterinaria no se observa la adaptación completa hasta pasado el primer mes, y los genéricos entre una y dos semanas posteriores.

Igualmente, puedes no dues en preguntar o acudir siempre a tu veterinario o especialista en nutrición, si el cambio de pienso no surge con normalidad.

Si tienes alguna pregunta en concreto sobre el cambio de alimentación en tu mascota, no dudes en contactar con nosotros, o bien acude a cualquiera de nuestros centros.